Carmela Silva: “Necesitamos medidas para evitar el acoso que sufre en las redes el 60% de las jóvenes””
Esta afirmación pronunciada por Carmela Silva es una de las conclusiones de la jornada organizada por la Cátedra de Feminismos 4.0 impulsada conjuntamente por la Diputación de Pontevedra y la Universidad de Vigo, donde se pusieron de manifiesto también otros temas urgentes como la brecha salarial o la necesidad de incluir mujeres en los equipos que programan algoritmos para corregir los estereotipos de género y evitar que las mujeres queden fuera de las grandes decisiones en el futuro más inmediato.
La segunda edición del seminario “Sociedad digital y género. Hackeando el patriarcado”, convocado por la Cátedra de Feminismos 4.0 de la Universidad de Vigo, se desarrolló durante la mañana de hoy con la participación de la presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva Rego, y el rector de la Universidad de Vigo, Manuel Joaquín Reigosa Roger, que lamentaron el asesinato machista de Gondomar y reivindicaron la importancia del trabajo que se está haciendo desde la Cátedra de Feminismos.
En concreto, Carmela Silva, hizo referencia a un estudio publicado el pasado octubre por la ONG Plan International con motivo del Día Internacional de la Niña, en el que se plantea que cerca de un 60% de las niñas y adolescentes sufren acoso en la red; de ellas, un 25% siente peligro físico derivado de ese acoso y un 42%, como consecuencia, pierden confianza en sí mismas. Además, una de cada dos siente que el acoso en el ámbito digital es más intenso que el que se sufre en la calle. Este acoso comienza a los 8 años y se intensifica entre los 14 y los 16 años. Entre las formas de ciberacoso están las amenazas sexuales, los comentarios racistas y anti-LGTBI, humillaciones y recochineos. En cuanto a las redes que se usan, a nivel mundial es Facebook donde se registran más casos de ciberacoso (39%), seguida de Instagram (23%) y Whatsapp (14%); si bien en España es Instagram la que ocupa el primer puesto.
A tenor de estos datos, la presidenta de la Diputación considera que “las jóvenes están desprotegidas en los entornos digitales y que son necesarias medidas para evitar estos acosos”, algo que apoyó el rector denunciando que “no podemos permitir que los machistas campen a sus anchas en las redes”. Reigosa habló también de la necesidad de que las mujeres participen en los ámbitos digitales y científicos porque “una sociedad que no cuenta con la mitad de su población es una sociedad enferma”, y explicó que estudios publicados recientemente en revistas científicas de máximo prestigio demuestran que durante la pandemia los hombres elevaron considerablemente su producción científica, mientras que las de las mujeres bajaron “porque sigue existiendo una desigualdad grande en el tema de los cuidados, que son asumidos en mucha mayor proporción por ellas”.
En la primera ponencia de la jornada, la periodista Montserrat Boix, alertó sobre sobre la falta de transparencia en los parámetros que usan empresas como Google para diseñar sus algoritmos, y cómo las fake news pueden estar afectando a los contenidos de la Wikipedia -que se consideran revisados y contrastados- y mismo influir en quien gana las elecciones en EE. UU. En ambos casos, denunció que “no existen feministas analizando y combatiendo estas prácticas porque “las mujeres en la red somos consumidoras, no usuarias” y afirmó que “necesitamos registrar todo esto con datos y con ellos construir argumentos que demuestren como las mujeres estamos siendo excluidas y las feministas acosadas”.
La catedrática de Economía Aplicada Coral de Río abordó la problemática de los roles de género en el mercado laboral, ahondando en la división sexual del trabajo, donde se constata que las mujeres ocupan mayoritariamente las profesiones peor pagadas, y ofreciendo con datos tan impactantes como que la base de cotización de los hombres es superior en la mayoría de las profesiones -casi 3.000€ más al año en las ingenierías- pese a que ellas tienen mejor expediente académico. La ponente finalizó su intervención con los resultados de una investigación sueca en la que se demuestra que “después de la maternidad, en las parejas heterosexuales se dobla la brecha salarial, mientras que en parejas de lesbianas acaban igualándose”.
La ponencia de la ingeniera informática Ana Freire, estuvo enfocada a demostrar cómo funcionan los algoritmos cuando son diseñados por hombres, lo que demuestra “la necesidad de grupos de trabajo diversos en inteligencia artificial para obtener resultados sin sesgos de género”. La sesión de la mañana finalizó con un interesante debate en el que participaron la directora de la Cátedra de Brecha Digital de Género de la Universidad de Valencia, Silvia Rueda Pascual, que explicó las medidas que se están implantando en ese territorio para facilitar que las jóvenes cursen estudios STEAM; la doctora en informática y creadora de videojuegos, Luz Castro, que manifestó la necesidad de que en la industria de los videojuegos los equipos no estén formados únicamente por hombres blancos, occidentales y heterosexuales; y el colectivo millennial Proyecto UNA, que trabajan para desenmascarar las nuevas formas de fascismo ocultas bajo simbologías aparentemente inofensivas, reconocer y dar valor a las alianzas feministas en la red, e investigar sobre las guerras culturales de poder en los medios, Internet y también en la realidad analógica.
Plazas agotadas en los talleres de la tarde
Durante la sesión de la tarde se desarrollarán dos talleres que despertaron gran interés, hasta el punto de agotarse las plazas en ambos. El primero es una Wikimaratón Feminista en la que las personas participantes aprenderán a publicar en la Wikipedia biografías de mujeres relevantes que aún no cuenten con un perfil público. El objetivo es visibilizar el trabajo de las mujeres, que actualmente ocupan solo el 15% del total de entradas en la Wikipedia. En el segundo taller, Stop Machitroles, la activista e investigadora Macarena Hernández Conde, mostrará cómo analizar las redes sociales para identificar comentarios machistas y misóginos y, paralelamente, enseñará a crear diseños de ” microproductos culturales de difusión virtual” como memes, vídeos, frases o canciones, para responder la esos ataques machistas, y hacer que circulen por la red.
Investigaciones al amparo de la Cátedra
Dentro de la sesión también se comunicó la publicación de las investigaciones apoyadas desde la Cátedra de Feminismos que ya están disponibles en la web, donde se pueden conocer los trabajos de la profesora Mari Lires acerca de las Percepciones del alumnado de Bachillerato sobre las ingenierías y por qué aún no es una opción para ellas; la investigación de Patricia Valcárcel Fernández sobre Inteligencia Artificial y género enumerando las bases éticas y los sesgos de género en la elaboración de algoritmos para políticas públicas y procedimientos administrativos; el trabajo hecho por la investigadora Rut Martínez alrededor de los Imaginarios de género de la juventud comparando los espacios virtuales de los campus gallegos; las claves para Un aprendizaje feminista corporativa, recogidas por la profesora Soledad Torres; y el proyecto de investigación Mujeres pontevedresas en la red. Análisis del discurso, micromachismos y discurso de odio en Twitter, realizado por Xabier Rolán a raíz de la creciente preocupación por el discurso del odio y sexismo que encontramos día a día en internet.
La Cátedra, instrumento para promover la igualdad
La Diputación de Pontevedra, junto con la Universidad de Vigo, tienen como objetivo, a través de la creación de la Cátedra de Feminismos 4.0, promover la igualdad, la no discriminación y accesibilidad universal de las mujeres en el ámbito de las actuales sociedades de la información. En concreto, la promoción y el impulso de actividades de investigación e innovación feminista en todos los ámbitos del conocimiento, priorizando los estudios relacionados con la digitalización actual de la sociedad y el ámbito de las STEAM (siglas en inglés de ciencias, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas), donde las mujeres están infrarrepresentadas y resulta un espacio cada vez más relevante en las sociedades del futuro.